Los compresores de aire son dispositivos diseñados para aumentar la presión del aire mediante su reducción de volumen, lo que permite almacenarlo y utilizarlo como fuente de energía en aplicaciones industriales. Se utilizan para alimentar herramientas neumáticas, automatizar procesos o asistir en el funcionamiento de maquinaria que requiere presión constante y controlada, como peletizadoras y sistemas de ensacado. Suelen integrar componentes como secadores y filtros para asegurar que el aire comprimido esté libre de humedad e impurezas, lo que prolonga la vida útil de los equipos conectados.
Cuando el compresor forma parte de una planta de peletizado es fundamental que incorpore:
Secador de aire: elimina la humedad y evita que el material se apelmace.
Filtro antipolvo: retiene partículas en suspensión, protege la maquinaria y alarga su vida útil.
Con ambos sistemas integrados se mejora la calidad del pellet y se garantiza el funcionamiento óptimo de toda la línea.